Sitio muy pequeño, con unas mesitas fuera y que ofrecen comida asiática- tailandesa. Nos sentamos 4 a comer en una mesa de fuera y nos ofrecieron una carta extensa de platos asiáticos y cerveza tailandesa que se pidió uno de los comensales.
Pedimos para compartir todo, y pedimos 4 rollitos vietnamitas y brochetas de pollo en salsa Satay para comenzar. Estaban espectaculares de sabor y seguro que son platos que volveremos a comer si volvemos.
Luego pedimos tres platos principales, uno que era pollo en salsa agridulce con piña, pimiento y cebolla, que estaba muy bueno, otro fue ternera en curry rojo, que estaba muy buena también y por último el típico pad thai, solo que este era muy raro pues estaba hecho con salsa agridulce, en vez de la típica salsa oscura de soja o de ostras, pero muy bueno también. Acompañando a estos platos pedimos dos de arroz jazmin, para acompañar estos tres platos.
El servicio fue muy rápido y atento. La cuenta de todo y con 8 bebidas fue de 73€, ni a 18,5€ por cabeza, y salimos muy llenos. Volveremos seguro.
Descubrimiento muy agradable. Encantado con los sabores de su curry y sus noodles. Los rollitos viednamitas muy ricos. Muy recomendable.
Carmen San Gabino Alzola
+5
Sorprendente encontrarte un restaurant tailandés, tailandés en tu lugar de vacaciones. Comida muy buena, el servicio genial. Pero lo mejor sin duda el postre mango sticky rice 🤤🤤🤤
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