juan manuel martinez romero
+4
Buen sitio para comer en familia. Al lado del paseo de cabo de gata. Siendo 9 personas, nos pedimos un arroz para 7 personas más algunos platos de pescado para compartir y nos sobró comida. Relación calidad-precio buena
La variedad de comida disponible en la carta es amplia y de mucha calidad. A destacar las alcachofas, el pulpo y la sepia. Se agradece que la cocina salga un poco del friterío típico de los restaurantes de playa y opten por unos platos más cuidados y originales. El servicio fue amable y rápido. Recomendable 100%.
Mari Angeles Cano García
+5
Esta reseña es doble porque estuvimos cenando y al día siguiente comiendo.
El local está recién reformado y está muy bien decorado y el menaje es muy bonito.
Nos gustó bastante y por eso decidimos repetir, además nos aconsejaron probar el arroz y pulpo.
Estuvimos en el puente de mayo y para cenar buscamos algún restaurante que estuviera por el paseo y nuestros amigos habían desayunado aquí un par de días, leímos la reseña y decidimos ir.
Para cenar pedimos diferentes platos para compartir, éramos 4 comensales. Tomamos ceviche muy rico, coquinas que que no estaban muy frescas, cola de cambio rebozadas y espárragos trigueros a la brasa muy buenos, alcachofas con salsa kimchi que estaban deliciosas y jibia en salsa también muy sabrosa. Todo acompañado con José Pariente blanco y una manzanilla. De postre rema catalana helada muy buena.
Le pedimos mesa para comer al día siguiente y le insistimos en que por favor fuese la misma mesa en la que habíamos cenado y el camarero la reservó a nuestro nombre sin problemas. Además le pedimos que si había posibilidad de comer gamba roja a la plancha y nos dijeron que harían todo lo posible por tenerlas.
Nuestra gran sorpresa fue cuando llegamos al día siguiente para comer y nuestra mesa estaba ocupada por dos parejas que al parecer eran clientes fijos.
El camarero les pidió que se cambiaran y nos dejaran la mesa pero estos señores, por llamarles de alguna manera, decidieron que no se levantaban. Finalmente nos pusieron en otra mesa y yo estaba bastante enfadada porque esos caciques del pueblo se salieran con la suya, gente muy muy mal educada.
La dueña del restaurante nos pidió perdón y le dijimos que entendíamos que nosotros no éramos clientes asiduos y los otros si. Finalmente comimos, el arroz estaba delicioso (éramos 4 y pedimos arroz para 3) y las gambas rojas muy ricas.
Es de agradecer el detalle que tuvieron con nosotros para resarcir de alguna manera el mal rato que pasamos con el lío de la mesa, nos invitaron a las gambas.
Todo bien pero yo me quede con ganas de enviar a tomar viento a la señora que nos había quitado la mesa.
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