El lugar es la clase de lugares que no quieres contar para que no se masifique, está escondido en una calle de el Altet. Es un restaurante pequeño con una terraza entre dos edificios. La carta es reducida, pero toda es de producto gallego de muy buena calidad. Los camareros son los dueños, personas muy amables y cercanas. Pedimos 4 entrantes y entrecot al centro más postre, con vino y salimos a 24 euros. Buenísimo precio para la calidad del producto.
Un rinconcito gallego en el Mediterráneo. Lo descubrimos hace un par de años y ha sido un placer ver que ha ido obteniendo el reconocimiento que se merece. Los cachopos, el pulpo, las zamburiñas, las croquetas de matachana... No se lo pierdan!
Tienen tanto terraza como espacio interior y los dueños son un encanto. Muy buen servicio.
Relación calidad/precio 8'5.
Lo primero que he de decir es que, no es un restaurante para todos los bolsillos.
La calidad es muy buena y hay que pagarla.
El queso es espectacular, el pulpo a la plancha, al ajillo increíble.
Los vinos buenísimos.
El servicio es rápido y aconseja bien.
En definitiva si quieres darte un homenaje es un sitio ideal.
El postre es su punto débil.
Pero se puede suplir con orujo......!!!
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