Visited 31/08/23. The food was amazing. Each dish could surprise with something. Shame the service just didn’t match the standards of the restaurant. We came late, 22:40 and we wanted to sit by the window but they didn’t allow us even tho restaurant was half full and they were stop taking orders 15min later. They told us of course we have to order and have everything at the same time, but luckily we had some time between the dishes. The food was delicious. rich in spectacular flavours. We had the tacos which was little bit spicy, but just right, the gambas were also bery fresh and crunchy, pork with peanut sauce was enhanced with other sauce balancing the sweetness, seabass was mouth watering! cooked to perfection, with a vegetable mix. Waiter came to our table just when we were finishing the main to speed up ordering the desert. We had a pistschio coulant, which was also delicious. it was very rich and a bit sweet but not too much and perfectly balanced, with the scoope of the mango ice cream and dried fruits. The writer was simply rude and made us feel unwelcomed and it was clear he wanted to go home. The staff was closing the place and made it impossible to enjoy the last part of the dinner in peace, making a lot of noise with closing the place. One waiter in particular was very obvious making the bored, annoyed face that we were still there. We did knew what time the place was closing and we left 12.05, so there was no need for such a scenes. For such a fancy place the service was just not at the standards we were hoping for. Overall the food was definitely a great experience but it’s a shame it didn’t meet the standard of the service. Visitado el 31/08/23. La comida estaba increible. Cada plato podría sorprender con algo. Lástima que el servicio no cumpliera con los estándares del restaurante. Llegamos tarde, a las 22:40 y queríamos sentarnos junto a la ventana, pero no nos permitieron aunque el restaurante estaba medio lleno y dejaron de recibir pedidos 15 minutos después. Nos dijeron que claro que teníamos que pedir y tener todo al mismo tiempo, pero por suerte teníamos algo de tiempo entre platos. La comida era deliciosa. rico en sabores espectaculares. Teníamos los tacos que eran un poco picantes, pero perfectos, las gambas también estaban muy frescas y crujientes, la carne de cerdo con salsa de maní se realzó con otra salsa que equilibraba la dulzura, ¡la lubina estaba deliciosa! cocinado a la perfección, con una mezcla de verduras. El camarero vino a nuestra mesa justo cuando estábamos terminando el plato principal para acelerar el pedido del desierto. Comimos un coulant de pistschio, que también estaba delicioso. Estaba muy rico y un poco dulce pero no demasiado y perfectamente equilibrado, con la bola de helado de mango y frutos secos. El escritor fue simplemente grosero y nos hizo sentir no bienvenidos y estaba claro que quería irse a casa. El personal estaba cerrando el lugar e imposibilitó disfrutar en paz la última parte de la cena, haciendo mucho ruido al cerrar el lugar. Un camarero en particular fue muy obvio poniendo la cara de aburrimiento y molestia de que todavía estábamos allí. Sabíamos a qué hora cerraba el lugar y salimos a las 12.05, por lo que no había necesidad de tales escenas. Para un lugar tan elegante, el servicio simplemente no estaba a la altura que esperábamos. En general, la comida fue definitivamente una gran experiencia, pero es una pena que no cumpliera con el estándar del servicio.