Un restaurante para repetir. Hemos ido a una celebración familiar. Hemos quedado encantados con la comida, la atención recibida por sus trabajadores y por las instalaciones. El salón no es muy amplio pero las disponiciones de las mesas hacen que estés muy cómodo. La terraza es también un acierto para comer fuera del local. Todo muy limpio. La comida buenísima. Hemos probado varias hamburguesas y han salido encantados. Yo he probado las albóndigas con salsa de aceitunas, estaban espectaculares. Los nachos (o Ignacios) un acierto al igual que las bravas y la Ensaladilla rusa. Las costillas muy ricas también. Los postres tienen un sabor increíble. El precio, en la media. Unos 25€ por persona con entrante compartido, plato principal, bebida y postre.

Me encantó este sitio! Es recomendable reservar porque se llena bastante, y si eres impaciente también es recomendable comer/cenar pronto, ya que te aseguras de que haya menos gente y tarden menos en traerte las cosas (hay que tener en cuenta que no es un restaurante de comida rápida, como algunos se piensan…) Yo fui a celebrar mi cumpleaños con mi familia y fue muy buena experiencia. Es de mención honorable la actitud del camarero que nos atendió, que fue extremadamente jovial y servicial, e incluso llego al punto de estar atento al detalle de traerme un postre con una vela para soplar mientras me cantaban el cumpleaños feliz, sin siquiera habérselo pedido. Fue un detallazo. En general todos los camareros eran muy amables. La comida también espectacular, nos quedamos más que satisfechos y todo estaba riquísimo. Nos encantó el concepto de la comida. Recomiendo totalmente las patatas bravas nativo, la provoleta, cualquiera de las hamburguesas, el T-bone y la lasaña de pera! (Hay que destacar que, si bien la carne de las hamburguesas no es muy gruesa, la hamburguesa en sí no es para nada pequeña, y siempre tienes la opción de pedirla con doble de carne! Es extremadamente asequible) En definitiva, volveré otra vez, tengo muchas ganas de repetir!!🎉