Nos decantamos por el Octavio de entre varias opciones para nuestra comida en la ciudad, y acertamos de pleno. Fueron una grata sorpresa tanto todos los platos que pudimos probar, como el servicio por parte de Belén, que además de ser muy agradable no pudo aconsejarnos mejor en cuanto a las cantidades. Nos quedamos con ganas de probar otros platos, así que si volvemos por la zona esperamos repetir.
Un verdadero acierto, comida tradicional manchega con un toque moderno. La gente de sala "chapeu" asesorandote en todo y cantando los platos, que siempre gusta. Sitio pequeño, pero acogedor.
Un restaurante muy acogedor y con mucho encanto, asientos cómodos y siguiendo una línea elegante y de calidad. Nos atendieron como a reyes de principio a fin, muy atentos en todo momento. Buen vino por copas.
En cuanto a la comida, nos dijeron que disponen de menú degustación para mínimo 4 personas y reservándolo con tiempo. Nos pusieron unas gachas manchegas como tapa de bienvenida, para abrir boca y gratis. Pedimos las alubias y el cochinillo, totalmente espectacular. Nos quedamos con las ganas de las albóndigas de jabalí. como postre, la tarta de queso es recomendable cien por cien. Con 3 platos y un postre está bastante bien de cantidad para dos comensales.
Como conclusión, se trata de un lugar en el que degustar buenos platos típicos de Ciudad Real y de extrema calidad, donde vas a disfrutar de un trato exquisito y de una comodísima estancia. Una experiencia inolvidable para aquellos que sepan valorar la calidad y la alta cocina, ya no sólo en la comida, que sobresale, sino en el resto de detalles que mereces encontrar en un restaurante espléndido como este.
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