Hostal familiar que te hacen sentir como en casa, Le pongo 5 estrellas porque no se puede poner más. Fuimos dos noches y ha sido una experiencia maravillosa, la ubicación es espectacular, estás durmiendo escuchando el sonido del río en medio de la naturaleza y con unas vistas increíbles. A la habitación no le falta detalle,las camas son muy cómodas el baño es completo con secador de pelo, jabón y toallas. Los exteriores son bonitos y muy cuidados. A parte de las instalaciones el trato del personal es exquisito y hemos comido muy bien.
Lo recomiendo y sin ninguna duda volveremos a ir.
Fuimos con nuestra mascota. El exterior está acondicionado para tu perro ya que tiene una extensa zona verde picnic que hace muy confortable la estancia. La habitación nos tocó una cuarta planta , muy amplia, con bañera, lo único que pasamos bastante calor las habitaciones ni zonas comunes tiene aire acondicionado, se ubiera agradecido un ventilador, ya que fue una noche dura .por el resto recomendable, el desayuno variado y la.cantidad perfecta y la cena variada y muy buena.
Hemos ido a comer 2 adultos y 2 niños de 2 y 3 años, sin reserva. Muy atentos con ellos al pedir en cocina su comida antes, ofrecerles cubiertos pequeños, traerles toallitas para limpiarse...
La comida muy buena, nos hemos quedado con las ganas de entrecot, q después de terminar la nuestros platos lo.han servido a otra mesa.
Hemos comido churrasco, cordero buenísimo, y para picar unos huevos revueltos. Los niños canelones.
Y el postre, sorbete de mandarina.
De precio, más que razonable para lo que hemos comido.
Volveremos si estamos por la zona y muy recomendable.
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