Pues después de dar vueltas por el pueblo preguntado en bares de renombre en las primeras páginas de Internet la única mujer que se preocupó de ponernos algo para cenar fue la camarera (creo que propietaria) de este perdido bar de pueblo.
Pedimos dos bocadillos de calamares con alioli y no se si por qué teníamos mucho hambre o por qué realmente estaban muy buenos nos supieron a Gloria.
Solo me queda dar las gracias a esta camarera y desearle lo mejor.
Ana Gonzalez
+5
Este establecimiento , se encuentra cerrado permanente mente .
An error has occurred! Please try again in a few minutes