Pedimos el menú del día y estaba todo riquísimo. Camarero súper atento y la comida casera. 100% recomendable
Hemos llegado por pura casualidad, nos ha encantado haber descubierto este restaurante con un ambiente familiar y muy acogedor, nos han tratado muy muy bien, los camareros aparte de atentos son super amables y el servicio muy rápido.
La fabada Asturiana estaba buenísima y las cantidades... Una fuente para dos personas, vamos que con hambre no te quedas, de segundo hemos pedido cabrito y escalopines al cabrales, buenísimos ambos, y la tarta de queso casera... Otro nivel, no es la horneada como tal es una que está más fresquita y para nosotros la verdad que ha sido el broche final perfecto porque no empalaga nada. Somos dos personas de MUY BUEN comer y nos hemos ido sin nada de hambre, de hecho hemos aprovechado para pasear por Cangas, disfrutar el paisaje y bajar un poco la comida.
Todo esto era parte del menú del día asique a parte de una calidad excelente en la comida (que por cierto, siendo solo dos nos han puesto una cesta de pan llenita... y menos mal, porque las salsas estaban para rechupetear el plato jajaja) y en el servicio, el precio ha sido... Pues eso, asequible rozando lo barato, para la calidad... 16€ por cabeza, en terracita, fresquitos y con un ambiente calmado... Acabamos de irnos y ya estamos deseando volver.
Comida muy rica. Te pones hasta arriba de comer. La fabada asturiana y el cachopo con patatas, genial. Y de postre, tarta de queso, que les sale muy rica.
El trato por parte del camarero, ha sido muy bueno. Ha estado pendiente en todo momento y es muy agradable. Buen sitio al que ir a comer.
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