Una experiencia a repetir.
La comida fue extraordinaria, preparaciones en mesa exquisitas, comenzamos con un pequeño cava invitación de la casa el cual ya te hace ver cómo es la calidad del local. Los entrantes a mí parecer, estaban estupendos. La paella de bogavante muy buena, y los postres son un regalo para el paladar.
El servicio fue de otro mundo, tuvimos un camarero que fue de lo mejor que me ha servido en mi vida, cada detalle y cada momento preguntando y sugiriendo.
El ambiente del local es estupendo, a línea de playa, pero recogido.
Sin dudar una delicia de restaurante.
De las mejores experiencias gastronómicas de Calpe.
En primer lugar destacar la amabilidad y buen servicio ofrecido por todo el personal que nos atendió.
Te sirven un cava y un aperitivo mientras te traen la carta.
En nuestro caso pedimos unas croquetas de la casa, buen sabor, cremosas y un excelente rebozado.
De siguiente pedimos unas zamburiñas que se venden por unidad, bien presentadas y de un buen tamaño.
Como principal pedimos paella de bogavante que estaba soberbia.
El local esta cuidado al máximo detalle, situado en el paseo del Arenal en una ubicación inmejorable. Repetiré.
Por sacarle punta a algo, el precio de la copa de vino no es rentable, sale mejor coger botella de vino.
El precio final de la comanda fue de 115€ incluida la botella de vino.
Un restaurante elegante a pie de playa que ofrece una experiencia gastronómica. La cena comenzó con la invitación de una copa de cava y rapidez para tomarnos nota, pero a la hora de servir y en la confusión del plato de coquetas el trato no fue adecuado.
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