¡Totalmente recomendada! El entorno es precioso, un pazo que cuida todos los detalles. El restaurante incluye una carta tan atractiva que se te hace difícil elegir que pedir. En mi caso pedí los tequeños y las gyozas rellenas de setas y kale, como entrante. De primer plato verdinas con navajas y de postre lemon pie (si eres amante del merengue, te lo recomiendo).
Tanto el trato del personal como el ambiente te dejan ganas de quedarte allí y hacer una extensa sobremesa.
Cenamos en grupo.
Los camareros nos explicaron la carta, y nos hicieron recomendaciones muy amablemente.
El ambiente es genial, y el entorno del pazo precioso.
Pese a que la apertura fue hace 3 semanas, no hubo ningún fallo.
Buena relación calidad-precio.
La comida deliciosa. A mayores pedimos secreto, puré de zanahorias y patata risolada.
De postre cualquiera de las tres opciones es muy recomendable, pero el tatín de manzana es un manjar.
Sin duda volveremos.
Todo espectacular: el entorno (comimos en el jardin, muy bien cuidado, pero los salones interiores tambien estan genial), la comida elaborada y buen producto, y el servicio rapido y atento. Una experiencia completamente recomendable.
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