Muy recomendable. Las vistas maravillosas, el ambiente muy bien, servicio muy atento y la comida riquísima.
Pedimos dorada y jabalí. Este último quizá demasiado hecho pero llevaba una guarnición y salsa de higos que le iba de diez a la carne.
De primero pedimos ensalada de espinacas y estaba insuperable. La dorada, riquísima y los postres buenísimos también.
Muy buen servicio y comida muy rica. El sitio es espectacular, muy bien arreglado y con vistas inmejorables. Recomiendo el atardecer. Volveremos a probar el hotel que tiene muy buena pinta.
Fantástico sitio, precios muy razonables, comedor principal con vistas a un valle. La atención de la camarera y la recepción muy agradable, nos ayudaron aconsejándonos sitios más bonitos que ver. Además nos dejaron tener nuestra perra en la habitación y nos dejaron su propia camita. De hecho aún seguimos aquí y salimos en poco. Volveremos.
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