Llegamos a comer, con reserva, después de las 14h. El comedor tenía alguna mesa ocupada y acabó llenándose.
Atención muy amable y adecuada.
La comida, ojo con el colesterol, estuvo excepcional en la mayor parte de los platos incluidos los entrantes que no estaban en carta, pero sí en el mostrador del bar.
A destacar para mi gusto la oreja y la parrillada.
Ambiente adecuado dónde se puede hablar mientras comes.
Repetiremos.
Alain Del Barco Diaz De Cerio
+4
Local en valle peatonal en el centro de Bilbo con terraza, con muy buen producto y calidad/precio. El charcutero/cortador tatuado es un artista y muy simpático, los camarer@s un poco exaltad@s, algo comprensible por la saturación de gente, un poco desagradable cenar dentro con tanto bullicio, mejor reservar mesa en la terraza si es posible. La morcilla choricera es un escándalo para mí, de echo siempre me llevo para casa unas envasadas al vacío.
Situado en una buena zona, céntrico y rodeado de otros templos del pintxo, lo que hace una parada obligatoria. Local que cuida al detalle la imagen, con tienda propia anexa al bar. En nuestro caso pedimos un plato de Jamon de su selección (21€) a modo de picoteo con la ronda. Hay que añadir que la atención recibida fue muy buena por sus camarer@s.
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