No sales con hambre, seguro.
Lee hasta el final, que os dejo un dato a tener muy en cuenta.
Aquí tienen las salchichas más famosas de la zona. Desde 1922 las producen manteniendo el estilo de elaboración tradicional.
Antes de atacar a su producto emblema, pedimos unos entrantes, y rematamos con una burger. Siempre dejándonos llevar por las recomendaciones y la buena mano en cocina.
Cenamos:
🍟 De corte casero. De las mejores patatas hipercalóricas que he comido.
🧀 Los nachos también caseros, y con mi nuevo pulled pork favorito de la ciudad, se deshacía en la boca.
🍔 Dimos al chef libertad, y nos sacó una hamburguesa fast food del bueno. Gran combinación, punto perfecto, y el pan de Bitxibil no falla. No sé con qué hacen la salsa irish, pero bufff.
🌭 El primer perrito gustó menos. El de queso de cabra, paté (NO foie)...
🌭 El segundo tuvo más éxito, el cachorro quente. Me gusta más la curry-bratwurst. El chutney de mango muy muy bueno.
Los perritos también los sirven con el pan de Bitxibil, y son de un tamaño bastante grande. Y atentos, !los martes tienen 2x!
💰 Precio, entre 15-20€ puedes cenar con agua.
Bar ambientado estilo skater, con buena música y comida aún mejor.
Sus perritos calientes son súper grandes y muy variados, con mezclas de diferentes sabores.
En mi caso yo me pedí uno con pepperoni (Mastín Napolitano se llamaba) que venia con una salchicha frankfurt tan grande que podría tener hasta DNI.
En el caso de mi pareja se pidió uno más clásico, el Beef-Wurst, pero igual de rico y potente.
De entrante pedimos las patatas normales con 3 salsas, las cuales, incluido el clásico ketchup, están de rechupete.
De postre pedimos brownie para compartir, que venía con una bola de helado, y como todo aquí, era una ración bien copiosa.
Sin duda repetiriamos.
He ido varias veces y todo genial. Más que perritos son perrazos y están buenísimos.
El servicio muy bien, la última vez que fui estaba lleno y me avisaron de que iban a tardar una media hora en servirme y finalmente fueron 10-15 minutos. Los camareros rápidos, amables y muy simpáticos.
Hay cierta variedad de cervezas y entre semana ofrecen menú que consiste en perrito, bebida y postre o café.
Muy recomendable pasarse por allí al menos a probar, una joya escondida. Restaurante bueno, bonito y barato en una zona de Bilbao en la que para comer algo normalmente tienes que dejarte mucho más dinero.
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