El restaurante está un poco alejado de la zona turística, por lo que no suele haber demasiado bullicio y se puede aparcar fácilmente. Como un menú diario en domingo por 15€. La comida aceptable aunque un poco escasa en el menú. El servicio amable y rápido. Dispone de una terraza exterior con unas 6-8 mesas para comer. Es recomendable reservar antes.
Bar de barrio donde te sentirás como en tu infancia cuando tu abuelo te llevaba a pasar la tarde jugando al dominó.
Precios muy asequibles y económicos. Tremendas raciones.
Servicio rápido y muy amable. Eso si, el olor cuando entras al baño tira para atrás.
Quizás deberían darle una reformita al local para atraer a más clientela, pero eso ya en un futuro.... sin duda, volvería a ir.
Mi experiencia mira si es buena que todos los días me tomo mi café allí que es mi momento de paz. Sitio tranquilo confortable con muy buen trato del personal, tortilla de patata inmejorable y menú diario casero y muy rico
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