Un restaurante tranquilo y con una buena atención por parte de los camareros. La comida es abundante y exquisita. El risotto con bacalao estaba bueno pero el rabo de ternera estaba espectacular. Los puerros rellenos también estaban buenos. Los postres que pedimos fueron la tarta de la abuela y la crema cántabra, estando también a la altura del resto de la comida, excelentes.
La carta la verdad es que es muy atractiva, pero pedimos el menú y la verdad es que fue un acierto. Muy bueno todo y un trato amable.
Pedimos cocido montañés y alubias que estaban buenísimas. Aparte en el menú pedimos rabo de toro y escalopines con queso que estaban buenísimos. El menú y el cocido vienen cada uno con vino. De postre pedimos tarta de queso(riquísima) , el arroz con leche un poco espeso pero bueno y tarta de la abuela muy rico.
Sitio recomendadisimo, tanto por la comida como por la atención.
Muchas gracias. Volveremos
Repetiría y lo recomendaría. Hemos ido a cenar y tras llevar varios días en varias partes de Cantabria pagando precios elevados, hemos encontrado uno con precios normales y bueno. L@s camamer@s atent@s y buen@s currantes. Hemos comido rabas, patatas tres salsas, cada uno una hamburguesa (4 personas) y la bebida (antes de cenar hemos echado una cerveza) y todo ha sido por 50€. Lo único que puedo decir malo es que hacía calor en la parte de arriba de bar, pero antes de cenar nos dieron a elegir si queríamos arriba o abajo.
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