Un restaurante muy particular.
Su aspecto es el de un restaurante de barrio común. Entrada sencilla que no llama la atención. Ubicado en una zona totalmente residencial y de poca rimbombancia.
Los comensales me parecieron todos locales. No es un sitio turístico.
Al entrar no es muy diferente. Local antiguo con pocas mesas. Todo muy sencillo.
Su chef Alex se sienta a tu lado y te va comentando los platos que tiene para ofrecer.
No hay carta escrita.
Éramos 4, pedimos todos okatos distintos y todo lo compartimos. Es una buena idea para hacer tu propio menú degustación.
La comida excelente. Los platos saben igual de buenos de lo que Alex te cuenta.
Productos de la zona, cocina local y muy bien lograda. Buena presentación.
La atención, como ya les digo, totalmente personalizada. No solo por Alex, sino los mesoneros también muy atentos.
Lo único que puedo recomendar y que no hicimos es hablar de precios, para no recibir sorpresas. Preguntar los costos del menú, del vino y estar seguros de qué se incluye.
No es que sea extremadamente caro, pero si nos pareció más alto de lo esperado.
Lo recomiendo 100% y sin duda espero poder volver.
Beatriz Lourdes Hernández Ruiz
+5
Esta delicioso!
Platillos totalmente auténticos con ingredientes de temporada y primera calidad, sazón delicioso.
Excelente calidad de la atención, muy bien explicado todos los platillos, lugar muy acogedor.
Encantada, seguramente volveremos en nuestra próxima visita.
Aspecto exterior de bar de barrio, una vez dentro Alex te dice lo que hay para comer, todo está exquisito! Si que es cierto que al no ver precios te puedes llevar alguna sorpresa
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