Fuimos por una recomendación y fue un acierto. Los platos están preparados con ingredientes de calidad y las recetas son muy especiales, con mucho mimo/detalle. Tomamos unas croquetas de morcilla, los saquitos de huevo (mi favorito), gofre de bravas y wrap de cordero. Todo con una mezcla de sabores muy rica. De postre tarta de queso y una de chocolate que no nos convenció demasiado. La atención fue muy buena, lo recomiendo. Pagamos 25€/persona, lo cual es bastante atípico en un sitio así, quizás si se añade vino o se piden platos fuera de carta evidentemente la cuenta subiría

De aperitivo unos vermuts de cereza 3'60€ y un vino blanco mientras nos empapábamos de su carta. Para beber un vino tinto (La Guineu d’Argent 22'80€) y uno blanco (Palomo Cojo 19'80€ que estaba especialmente bueno). La carta está pensada para compartir platos y probar muchos diferentes y así lo hicimos, pedimos: - Pantumaca del bueno 2'90€ - 2 Bombones de gamba 4'20€ (sabor muy intenso, como tener el mar en tu boca). - 2 El confinado 4'50€ (mollete muy bueno, con un envoltorio a modo de "plástico" comestible, muy bueno). - 2 Ses Illes 3'90€ (sabor fuerte, con un toque de chocolate negro al final, presentación con forma de diario de Mallorca, combinación que no acabó de convencerme quizá por la combinación de 2 sabores muy fuertes). - 2 Caliqueño 3'90€ (un "puro" para los amantes de la sardina). - Falso tartar 8'50€ (personalmente este plato me encantó, la combinación del tomate picado con la intensidad del helado de piparra... Insuperable). - Tartarthai 9'80€ (tartar de salmón, pero con el pescado ligeramente cocinado que combina muy bien tanto en textura como en temperatura con un helado de albahaca y lima; personalmente me gusta que el salmón esté crudo). - Botafumeiro de pulpo 17'90€ (pulpo ahumado con ese toque amaderado, muy rico y presentación muy buena). - El risotto 13'50€ (quizá fue el plato que menos me gustó de los que probamos, me faltó que fuera un poco más fluido y cremoso, para mi gusto estaba algo compacto/espeso, pero rico de sabor). - Crujimeloso de oreja 8'40€ (no soy fan de la oreja para nada, de hecho creo que si hubiera ido sola a comer no lo hubiera pedido, sin embargo como recomendación del camarero lo pedimos y fue un grandísimo acierto, tanto que creo que puedo afirmar fue el MEJOR PLATO que probamos; se deshacía en la boca, un 10/10). Tras todo ello, era necesario probar los postres y ver si estaban a la altura de lo anterior, y como no podía ser de otra manera superó las expectativas. - Zuberoa Style 6€ (tarta de queso espectacular, con sabor a queso pero para todos los gustos, textura increíble) - Bombas de tiramisú 6€ (presentación muy original de 4 bombas de tiramisú con una pequeña pipeta para finalizar el plato en mesa, muy buenas). Muy buena experiencia, perfecta para probar platos diferentes a lo que estamos acostumbrados, gracias a los cocineros por sorprendernos con cada uno de ellos. También destacar el trato excelente por parte de Andrea, Silvia y Santos, muy cercanos y recomendando tanto platos como cantidades lo cual siempre es de agradecer, así como la explicación de cada uno de los platos. Un pequeño apunte, algún plato no coincidía el precio en la carta con el de el ticket. Para repetir sin duda. Muy buen precio para la calidad y cantidad de sus platos. De los mejores restaurantes en los que he estado. TOTAL: 165'80€ (41'45€/per)