Como su nombre indica, excelente lugar ubicado el la falda del monte Ezkaba, donde su gran ventanal da cara al monte, teniendo una de las mejores vistas para relajarse. Atendido por sus dueños, de trato familiar y cercano.
El sitio nos gustó mucho, comida exquisita y muy buen trato, sitio ideal para comer después de visitar el Fuerte de San Cristóbal.
Excelente servicio, te hacen los pinchos en el momento, de lo que tú quieras, ya sea de tortilla o cualquier otra cosa, precios asequibles.
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