Un lugar acogedor con ambiente tranquilo para disfrutar de una comida relajada.
Los precios son algo elevados pero es cierto que la calidad de la comida es excelente.
La ubicación es privilegiada.
Los camareros son muy atentos y profesionales pero creo que estaban algo desbordados de trabajo.
Las croquetas de chipirón están espectaculares.
No pongo las 5 estrellas porque pedí solomillo y me tocó una porción imposible de cortar, con un nervio que la hacía incomible.
Los postres son increíbles aunque algo caros.
Repetiremos seguro, pero esta vez pediré de plato principal el rodaballo, que tenía un pinta de locura!
Una experiencia muy satisfactoria. He estado un par de veces en este local tanto a la hora del almuerzo como de la cena y el resultado ha sido muy satisfactorio. Hoy celebramos un cumpleaños tres personas. Nos han recibido con un aperitivo de pisto para las primeras consumiciones, muy bueno. Y hemos pedido para compartir una ensalada de tomates de Aranjuez... Ya casi los últimos de temporada, todavía muy dulces, de dos clases, con bonito y piparras, suaves, y acompañados con berenjenas pequeñas de Almagro que se deshacían en la boca, y pasas, y un aliño muy agradable... Perfecto. Y de plato principal, mollejas (al interesado le han parecido alucinantes y a mí me hubieran gustado un poco más hechas, pero no soy muy partidario, ja ja ja.), una lubina a la plancha muy rica con flor de alcachofa (que a mí me hubiera gustado un poco menos hecha, pero muy sabrosa, la verdad), y yo he tomado una merluza a la plancha acompañada de almejas y patatas cocidas, simplemente maravillosa, en su punto de cocción de todo. De postre, flan de queso, casi perfecto, y piononos muy buenos. La atención, perfecta, muy agradables y sin esperas largas, a pesar de que Aranjuez, hoy, era una locura turísticamente, y más junto a Palacio, porque la ubicación es fantástica. 40 € PAX , más atención de chupitos de la casa (ya nos habían obsequiado con unos de Pedro Ximénez para acompañar los postres). Hemos salido encantados, la verdad. Enhorabuena
Tras unos días en Madrid, hacíamos parada en Aranjuez.
Después de disfrutar del paseo, elegimos Restaurante el Parterre para comer.
Estaba completo, pero no nos importó esperar.
Desde el primer momento estuvimos muy a gusto. En todo momento estaban pendientes de nosotros.
Una vez en la mesa, un revuelto de patatas con jamón, un bacalao y una carne de ternera nos hicieron disfrutar muchísimo.
La atención por parte del equipo de sala fue muy buena. La calidad de la comida era muy alta y el trato que daba el Gerente era cercano y amigable; dedicó un rato de su tiempo a hablar con nosotros… parecía que nos conocíamos de siempre.
Sin duda, un acierto enorme conocer este maravilloso lugar.
Un abrazo desde Córdoba.
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