Hemos estado varios días en Aranda de Duero, fuimos a cenar un día y como nos gustó la comida decidimos reservar para el día siguiente para comer.
El sitio pasa desapercibido, cuando pasas por su puerta no imaginarias lo bien que se come.
Para cenar pedimos platos como de picoteo, todo excepcional.
Morcilla muy rica como toda la de la zona. Huevo a baja temperatura con setas en reducción de Pedro Ximénez, impresionante sabor.
Las croquetas fueron lo que menos nos gustó, están riquitas pero nada del otro mundo.
Revuelto de la casa, súper rico.
Para la comida nos decidimos por un menú castellano. Merece la pena cada bocado es increible. La carne súper buena,el asadillo de pimientos increíble, verduritas a la plancha. En general excepcional.
Fuimos a comer inspirados por las buenas reseñas que tiene, y fue un acierto total. Un comedor tranquilo y agradable, el personal encantador y atento, y la comida deliciosa, unas chuletillas de lechal increíbles, y un lechazo en su punto, regado con buen vino.
Lo recomiendo 100%
Restaurante muy recomendable para disfrutar de un buen lechazo, estaba muy rico. Nos recomendaron pedir un cuarto de lechazo, nosotros añadimos media ración de morcilla y tuvimos ganas de comernos el postre. Cantidades perfectas. La atención del personal inmejorable.
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