Tiene una carta variada, comida tradicional y también actual con productos de la zona con muy buena presentación, el servicio aceptable, había mucha gente y los últimos platos tardaron un poco, pero en esos casos es normal.
Esta cerca de la Gruta de las Maravillas y la zona turística de Aracena, es un restaurante con un estilo clásico de toda la vida, tipo casona o cortijo antiguo y está súper limpio.
No es ni barato, ni caro, pero tiene buena relación calidad precio y los platos vienen con cantidad.
Buen restaurante por todo. La atención muy bien, la comida estupenda y el ambiente tranquilo. Un lugar ordenado, bien presentado y atendido. Como veis en las fotos los platos están muy bien de cantidad y calidad. Almorzamos y fuimos a la visita de La Gruta y a la salida nos tomamos un café y un arroz con leche que os recomendamos, por supuesto👌 Gracias al camarero que nos atendió, si no recuerdamos mal se llamaba Javi.
Estuvimos en el puente del Pilar, todo espectacular, yo ya estuve con mis padres hace más de 20 años y lo recuerdo igual. Nos pedimos para empezar media de bravas, pues estaban muy buenas y patatas caseras con su piel, mejor que en muchos sitios en Madrid que ya son congeladas y la salsa le daba un buen toque. De principal plato de carrillada ( tiernísima y riquísima) acompañada de unas patatas baby cocidas de guarnición y el otro plato se pidió solo media de pluma con sal en escamas ( tiernísima, se deshacia en la boca) y con sus verduras y patatas fritas naturales. De postre arroz con leche ( menuda copa, no pude terminarla, se notaba muy rico la ralladura de naranja y había veces como que también notaba toques de azahar) y tarta de queso ( no es de la viña, pero está buenísima, creo que queso de cabra llevaba pero no estoy segura); ahí se nos pasó hacer foto. Cuando volvamos al pueblo seguro que volveremos, productos principales de calidad que saben utilizar y que las guarniciones siguen siendo naturales. Gracias.
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