Comida sana y buenísima, calidad- precio excepcional y servicio a la altura. Mi pareja y yo no somos de la zona. Queríamos cenar rico y sano (dualidad difícil de encontrar cuando no te queda más remedio que cenar fuera) y tras una búsqueda por Google encontramos este sitio. Nos gustó por la propuesta, el aspecto de los platos y las reseñas positivas. También nos llamó la atención que contestaran los comentarios, algo que nos indica interés por el negocio. Como ex-trabajadores del sector nos fijamos en los detalles. Aparcamos en el parking que le da nombre a la calle (barato además ) y nos dirigimos al lugar. Buena primera impresión: local pequeño y acogedor, céntrico pero no ruidoso, limpio y bonito. Nos atienen bien al llegar: nos dan la bienvenida y preparan la mesa: cubiertos dorados y plateados (bonitos, cuidados) que coloca con atención y gusto en la mesa. La camarera nos presenta la carta y deja tiempo prudente para pensar (la carta también está en inglés y el personal se comunica perfectamente en ambos idiomas, algo destacable también ). Nos recomienda al preguntar. Finalmente, elegimos dos bowl proteicos. Personalmente, prefiero las verduras cocinadas antes que la ensalada verde de la mayoría de los platos, si bien no es una elección fácil. Tanto en carta física, como digital podéis ver imágenes de las opciones y lo entenderéis. Para compartir, pedimos unas mini-patatas y maíz. De bebida queríamos agua grande (que no tienen) y té helado de limón. La comida no tarda en llegar (llama la atención, teniendo en cuenta que la preparan al momento) y traen todos los alimentos a la vez, algo que se agradece. Al llegar, nos sorprende gratamente el sabor y textura de la comida. Especialmente, el arroz. No soy muy fanática y con este… WOW!!! Especiado y suave, diferente y bueno, muy bueno. El pollo exquisito y bastante cantidad. A mi pareja, que elige vacuno, le encanta el punto de la carne. Destaco también las bebidas: no soy habitual de pedir té precisamente de limón (suelo sentirlo muy químico, como jarabe), sin embargo, me encanta el sabor, el gusto que deja y el detalle de los limones de más. Me encanta que nos ofrezca más agua de la maquina del local, si al acabar la botella pequeña, deseamos tomar más. Y gratis! Es más el gesto que el gasto, ya me entendéis. Comemos estupendo, quedamos llenos y más ( y eso que somos de comer) y encantadisimos! De hecho, la única pena es no poder haber probado más cosas! Al acabar, la camarera nos pregunta si todo ha sido de nuestra agrado, respuesta que tenemos clarísima: ENHORABUENA A TODO EL EQUIPO! Para terminar, nos regala dos chocolates suizos, buenísimos!! El total de la cuenta, podéis verlo vosotros mismos: baratísimo teniendo en cuenta la oferta. El balance: me encanta la organización de los platos: proteína, vegetal y carbohidratos. Me parece muy correcta para los que queremos cenar sano, sin repercusiones digestivas y todo ello disfrutando de los productos. Las verduras son sencillas, si bien qué más pedir que un plato bien ejecutado y delicioso. Ellos desde luego son claros con sus productos y en ningún momento venden algo que no es. La cocina es abierta y no hay trampas ni cartón. Especial atención al sabor de la parrilla, el juego de las ESPECIAS (apuesta diferente y resultado equilibrado) y la cantidad de opciones de salsas (la mayoría caseras y a tu alcance). Se nota que trabajan con cariño, algo que se transmite en todos los sentidos. Para terminar, una recomendación: no apuréis la hora, sobretodo los findes, imagino que estará concurrido y no os querréis quedar sin probar esta experiencia!! Al personal: chicos, 5 ⭐️ y porque no hay más!!! Por gente como vosotros, uno se va con buen sabor de boca a casa… y no solo por las especias jajajajaja!