Cintia Sanmartín Guillén
+5
Un menú amplio y completo.
Para los que somos de buen comer desde luego sabemos que aquí nos cuidan bien, abundante y fresco.
El camarero un crack el tío, las propinas las lleva bien merecidas.
Exceptuando los fines de semana que hay demasiado bullicio, el local se hace acogedor y confortable.
Paramos de casualidad e íbamos sin reserva ni nada. Nos prepararon una mesa en el momento. Pedimos una parrillada de pescado para 2 (compartimos con una niña pequeña) y una milanesa de pollo(para una chica) con media ración de pimientos de padrón y unas patatas fritas y no fuimos capaces de acabarlo entre los 4. La parrillada nos pareció correcta, aunque podía traer un par de piezas más de marisco, porque a la niña le gustan las almejas, y como se puede ver, eran un poco escasas. Por lo demás muy bien, todo muy bueno y en cantidad. De postre pedimos una tarta de queso con arándanos que estaba muy rica y una milhojas de filloas con nata y crema que estaba de lujo!. Recomendable. Relación calidad-precio más que aceptable
Fuimos a comer un sábado con reserva, solicitamos cambiarnos de mesa porq tenían el aire muy fuerte y sin problema, las dos chicas que nos atendieron súper atentas, simpáticas y amables.
Había un hombre argentino que creo que era el dueño, un poco antipático.
La comida y las cantidades bien, por 15€ al ser fin de semana
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