Opiniones Vergel

Excelente tanto en el servicio como en la elaboración, calidad y tamaño de sus raciones y tapas. Los postres también siguen la misma línea. Amplia variedad de vinos y cervezas para maridar. Se nota el cariño puesto en el negocio. He repetido y seguiré repitiendo. Sin duda, ya es uno de mis preferidos.

Fuimos cuatro adultos con cuatro niños. Lo primero, decir que la ubicación es tranquila, comimos fuera y los niños tenían espacio para corretear sin miedo de los coches y sin molestar a los demás clientes (en la mesa de al lado también había niños y acabaron todos jugando juntos). Nos ofrecieron también el menú de la tienda de comida para llevar y de ahí les pedimos a los chicos lasagna y pollo, los cuales probamos los padres y podemos dar cuenta de que estaban buenos. Los niños no dejaron ni las migas. La comida muy buena, las tapas y raciones están bien servidas y los precios son adecuados (no es lo mismo pedir una tapa de bravas en el bar de abajo que te cuestan 2,5€ que una empanadilla de pato a la naranja que requiere otras materias primas y mucho más trabajo, y con todo y con eso los precios están muy, muy contenidos). Nos gustó mucho que se salen de lo típico (no más tataki de atún, por favor!), son muy innovadores y la carta es sorprendentemente amplia. Hablando con los cocineros después de almorzar nos decían que cambian la carta según los productos de temporada, además de surtirse de productores locales, lo que significa que merecen una visita cada dos o tres meses para ir probando lo que tienen en ese momento en carta. El brioche de salchica es maravilloso, y el taco no está nada mal, muy al contrario. En cuanto a los postres, nada de pedirse uno para compartir, mejor pedir uno por cabeza porque saben a poco. El tocino de cielo con helado de limón es brutal. Eso sí, tienen tres o cuatro postres hechos en el día, por lo que no aparecen en la carta (no he puesto los nombres porque no me acordaba). El servicio fue siempre correcto, en todo momento hay dos o tres camareros pendientes y no es necesario llamarlos, al más mínimo gesto se acercan. Fueron retirando platos, vasos y botellas vacías con celeridad, lo que ayudaba a que la mesa no se congestionase (y una mesa donde se sientan cuatro niños, se congestiona rapidísimo). Por ponerle una pega, que está en Tomares y nos pilla lejos de casa!

Gran apuesta en Tomares, situado en una zona muy tranquila, con gran terraza y una decoración súper original, merece la pena pararse a ver sus detalles, todo con material reciclado. El servicio excelente, con camareros profesionales, muy de agradecer. La comida todo un espectáculo. Pedimos ostras, la tostada de sardinas, la empanadilla de pato, el pincho de presa, una ensalada de tomates con trampantojo incluido, un espectacular taco de oreja Pibil y unos huevos rellenos de changurro muy sorprendentes. Todo riquísimo y con muy buena materia prima. Nos encantó la oferta. Precios ajustados a la calidad y la elaboración que ofrecen, nada caros. Y el broche final fueron los postres, a cada cual más rico. Sin duda mi favorito el tocino de cielo, toda una montaña rusa de sabores y texturas, súper recomendable. Sin duda volvemos porque nos han quedado muchas cosas por probar

Tapas y platos muy elaborados, con mucho sabor y con muy buena presentación. Servicio muy atento. Una experiencia gastronómica recomendable cien por cien. Todo está muy rico pero es imprescindible terminar la cena con uno de los postres, el de tocino de cielo y el de chocolate espectaculares. Repetiremos 😋

No le doy 5 estrellas porque no eso sería rondar la perfección aunque cenemos maravillosamente bien. Las tapas todas muy buenas, las brochetas de carrillera a la brasa espectaculares y la tortillita de huevo de choco muy original y esquisita. Las copas de vino para el precio que cobran las servían muy cortitas. Algunos platos un pelín subiditos de precio. Lo recomiendo, aquí podéis romper la rutina con sus fantásticas y originales tapas.

Un sitio magnífico para poder saborear gran calidad y variedad en sus platos. La atención del personal va acordé con la presentación de todo lo que Vergel quiere dar a sus clientes. Lo recomiendo sin duda alguna.

El restaurante de "coma y punto" tiendecita de comida para llevar que está a la vuelta de la esquina. Platos elaborados y con mucho sabor, local con salón interior y terraza en la calle. Servicio atento. Gran cantidad de cervezas y variedad de vinos.

Todo espectacular..tanto en el trato como en los platos, es un sitio tranquilo donde se come increiblemente bien y con cada plato sorprenden tanto con el cuidado de la presentacion como con el sabor..se nota la calidad..lo recomiendo 100%

¡Súper recomendable! Cenamos en la terraza y estuvimos genial. La comida exquisita y el trato excelente, ¡de 10! Enhorabuena y mucha suerte. Volveremos pronto!