Opiniones Brasas

Muy rico todo en general, lo que el pulpo muy hecho para mi gusto. Personal super amable y cercano :)

Se recomienda reservar Cenamos: ensaladilla de langostino, croquetas, presa y tacos de tartar de atún. Recomendable brownie de pistacho. Puedo decir que todo exquisito, buen servicio y ambiente agradable. Ideal

Espectacular bar cerca de la Alameda. El trato por parte del camarero muy bueno siempre. Las croquetas de jamón y parmesano cojonudas, pero es que las de carrillada y queso de cabra también. Los tacos de atún estaban muy buenos y la ensaladilla igual. Calidad precio es un acierto.

Este pasado fin de semana teníamos nuestra comida de Navidad y este año habíamos decidido hacerla por la zona de Alameda, tras ver comentarios e imágenes nos decidimos por probar este lugar. Local no muy grande, con una terraza amplia y tranquila, consecuencia de su excelente ubicación, a un minuto de la calle principal de la Alameda. Ofrecen una carta no muy amplia, pero si variada, donde hay tradición e innovación presente. Éramos cuatro personas y optamos por pedir todo para compartir para probar más variedad. Nuestra elección: - Torta Inés Rosales con tartar de salmón y guacamole, tanto el tartar de salmón como el guacamole bueno y el toque de sabor y crujiente de la torta hace una buena combinación con un resultado correcto pero no destacable. - Judiones con setas (fuera de carta), pedimos una tapa porque nos resultó pesada en ese momento, pero muy interesante la propuesta. El sabor, el punto del judión, las setas generosas y sabrosas, crean una delicia de plato, nos encantó. Muy recomendable. - Ensalada templada de lombarda (fuera de carta), lombarda asada con burrata y salsa pesto con almendras. La lombarda, en su punto de cocinado, mantenía toque crujiente sin presentar su dureza característica, la burrata le faltó un punto más de cremosidad, pero de sabor estaba muy buena y el pesto suave y sabroso sin ser pesado. Una combinación muy acertada, recomendable. - Lasaña crujiente a la boloñesa (fuera de carta), lasaña con relleno denso, cremoso y contundente de sabor potente con una bechamel suave y fina. Estaba muy buena. - Carrillada porter, carne sumamente tierna y sabrosa con una salsa gustosa, pero suave, esperábamos quizás un toque más dulzón en ella, pero a pesar de eso nos gustó muchísimo. Recomendable - Tarta de queso, fue recomendación del personal y nos dejamos llevar. A priori las tartas de queso cuando las sirven las tambaleo para ver los vaivenes del piquito, en este caso tenía poco movimiento (cuanto más se mueve más jugosa y rica suele estar), pero cierto es que estaba esponjosa, jugosa y bien sabrosa. Nos gustó mucho y la pediría otra vez con mucho gusto. Dado que teníamos gustos diferentes con relación a maridaje, pedimos dos botellas de vino diferentes. Una de vino blanco, concretamente New York Hood, vino afrutado y ligero, y la otra elección fue un vino tinto, Barbazul, vino de tierras gaditanas, con una mezcla de Syrah, Merlot, Cabernet - Sauvignon y Tintilla de Rota. En lo que se refiere al servicio, comentar la amabilidad y profesionalidad de este y haciendo especial mención a que cuando ofrecen los fuera de carta informan del precio de estos sin tener que consultarlo, me parece un detalle a valorar muy positivamente. Todo lo comentado ascendió a 88€. En definitiva, relación calidad/precio bastante buena, lugar muy recomendable.

Pedimos una hamburguesa mediterránea y unas costillas. Ambos muy buenos. Costillar para mi gusto perfecto en cantidad, más hubiera sido demasiada carne. Servicio muy bueno también.

Lugar tranquilo y acogedor. Atención grata y atenta. Olvidaron ponernos el servicio de pan y lo cobraron pero al decirlo, nos lo eliminaron rápidamente. Calidad excepcional pero cantidades algo justas respecto al precio. Variedad no muy amplia pero suficiente. Original carta de vinos. Las hamburguesas de retinto están riquísimas. Algo lenta la cocina. En resumen es un lugar en el cual se puede repetir.

Fuimos por recomendación y salimos contentos. No sabíamos que esperar y nos dejamos guiar por lo que nos habían dicho nuestros amigos. Probamos varias tapitas, que están muy bien precio-cantidad-calidad. Es verdad que igual fuera las mesas están un poco pegadas, y al final se junta mucho ruido (Si eres de los que le gusta la calma, te recomiendo comer dentro) -Pedimos patatas bravas, que estaban muy ricas. Nosotros que somos muy fan, hubiésemos repetido. Cantidad de pique justa, riquísimas. -Unas croquetas de morcilla y pera. Es cierto que son muy cremosas y eso siempre es un plus, pero se me han quedado un poco flojas de sabor. Me gustaría probar alguna otra. -La torta con queso de cabra espectacular. Un buen trozo de queso, lo que es maravilloso para gente que lo adora como yo. No escatiman con la cantidad. -Aunque la salsa del costillar estaba muy rica, esperaba una pieza un poco más grande por el precio. (Teniendo en cuenta lo que llenan los costillares por la falta de carne Vimos una carrilada en una mesa cercana que también tenía muy buena pinta, una pena no haberla probado) -La tarta de queso muy cremosa, bastante rica. Podría ir solo a comerla con un cafelito. De 10 He disfrutado mucho la estancia, y en pleno invierno, con el solito ha sido una fantasía. La comida muy rica y el servicio muy simpático. No dudaría en ir de nuevo.

Hemos elegido este restaurante para cenar en nuestra primera noche en Sevilla y ha sido un acierto. Es un sitio pequeño pero bonito y acogedor para parejas. Todo lo que hemos pedido estaba riquísimo y el precio es razonable. El servicio muy atento y amable. Lo recomiendo totalmente.

Totalmente recomendado comida exquisita y muy sabrosa. Por mi parte comí unas patatas bravas para compartir y la torta de Inés con queso de cabra y unos canelones de espinaca y queso azul que estaban deliciosos. Tienen variedad de cervezas. Seguramente volvamos ya que nos quedamos con ganas de probar otras comidas de la carta. No le pongo las 5 estrellas porque el precio de las tapas es un poco más alto en comparación con los alrededores.