Hoy hemos comido en Casa Jaime y la experiencia ha sido perfecto . Nos lo habían recomendado y ha sido un acierto . Desde la reserva , en principio no tenían mesa , nos aceptaron por ser solo dos y teníamos que ir pronto . Muchísimas gracias pues en caso contrario no hubiéramos tenido el placer de comer tan bien . El trato inmejorable , cercano pero muy profesional . La comida , producto de calidad y bien elaborado , de forma tradicional y sin artificios . El precio , acorde al producto . Lo digo por comentarios que he leído . No se puede comer una lubina salvaje a precio de lubina de supermercado . Los productos que tienen son caros por lo tanto no se pueden vender baratos . El postre … un flan para comerse 4 seguidos ! así el señor que nos atendió sabrá quiénes somos . Volveremos sin duda a probar arroces , somos de Valencia y una hora y media de camino bien merecen la pena tanto por el restaurante como por la belleza de Peñiscola .
Lugar con el encanto de ser el “de toda la vida”. Súper amables y atentos a cada mesa y recomendando con muy buen criterio. Cuidan mucho la atención a los clientes.
Sin duda para probar y repetir.
Todo un espectáculo de calidad.
Muy recomendable, sin duda volveremos.
Muy bien recomendados a la hora del vino.
La cocina sin muchos adornos, pero de una gran calidad .
Tartar de atún
Raya con langostinos
Viera
Calamar playa.
Solomillo de ternera (excelente)
Mi reciente visita a este restaurante fue, sin lugar a dudas, una experiencia inolvidable. Desde el momento en que entré, fui recibido con una cálida bienvenida y un ambiente encantador. Este lugar es, sin duda alguna, el mejor restaurante que he tenido el placer de visitar.
La decoración del lugar es elegante y sofisticada, creando una atmósfera acogedora y relajante. El servicio al cliente es excepcional, con un personal amable y atento que estuvo pendiente de cada detalle durante toda mi visita. Su profesionalismo y conocimiento sobre el menú hicieron que me sintiera muy bien cuidado y apreciado como cliente.
La estrella de este restaurante es, sin duda, su exquisita cocina. Cada plato que probé fue una obra maestra de sabores y presentación. Desde los aperitivos hasta los postres, cada bocado era una explosión de sabor en mi boca. Los ingredientes frescos y de alta calidad se combinan con habilidad y creatividad para crear platos que son verdaderamente memorables.
Muy buen restaurante en 1a.línea. Terraza comodísima. Excelente cocina tradicional; a destacar los arroces (espectaculares), los guisos de sepia con setas o los " suquets", a cual mejor. No podeis dejar de probar su magnífico carpaccio de gamba roja, su ceviche de langostino y mango, sus deliciosas croquetas de langostino y trufa o las de calamar en su tinta. Finísimos sus apetitivos de humus con anguila ahumada, bombones de foi, o croquetas de placton.Y que decir de sus postres....os recomiendo el sorbete de romero, esa maravillosa tarta de queso, tarta de naranja, el coulant de chocolate o su yogurt de chocolate blanco y que decir de su sorbete de cítricos con verduras . No sabreis cual pedir !!
No puedo dejar de alabar el trato dispensado a los clientes. Todo el personal del restaurante es exquisito en su trabajo. Una institución en Peñíscola !!!
No es el típico sitio turístico. Está por encima de los restaurantes de alrededor, pero también se nota en el precio.
El producto es de calidad. Desde que llegas la atención es muy buena.
Ponen un par de aperitivos gratis, que se agradece mucho.
Muy recomendable. En general está todo muy bueno.
Restaurante histórico en Peñíscola.
Nos sorprendió que en la carta todo fuera pescado, los dos entrantes que pedimos estaban buenísimos.
Ofrecen un producto diferente al resto de restaurantes.
Su arroz calabuig hecho con espardeñas y ortigas, es un bocado al mar que os recomendamos probar.
Atención y comida de 10
Por fin hemos venido a Casa Jaime!!
Local frente al mar decorado de manera sencilla, en tonos marineros, azules y blancos, con los que juegan también en el mantel y la vajilla y cristalería.
Trabajan con materia prima de primera calidad.
Sale Jaime a tomar nota y a aconsejarnos y sugerir lo que hay fuera de carta.
Para empezar, gentileza de la casa, mientras van marchando las viandas, nos han sacado unos boquerones en vinagre y unos trocitos de coca de tomate. Con el pan calentito!!!
Es de los pocos sitios donde puedes comer caixetes, en su punto perfecto de cocción, con ese sabor tan característico a mar.
Las ortiguillas las rebozan como nadie. Hemos disfrutado también de los erizos con langostinos y alcachofa de Benicarló. Las alcachofas las envasan al vacío, para poder alargar la temporada, a este plato lo llaman “Capricho del Papa Luna” y la verdad es que es un bocato di cardinale.
Después hemos pedido arroz. El famoso arroz Calabuch. En homenaje al tío Luis García Berlanga. Arroz con ortiguillas, (sí, otra vez ortiguillas porque me encantan) y espardenyes. Hemos recordado cuando vinimos a Peñíscola a ver el rodaje de “París- Tumbuctú” y lo divertido que estuvo Luis y cómo disfrutaba y hacía disfrutar a todos en su trabajo.
Postres ( Lemon Pie y sorbete de Romero). Nos ha gustado más el segundo, más apropiado por el calor de julio. Los cafés cortos, con espumita, muy ricos. Acompañados de una trufa de chocolate blanco con maracuyá.
Por un despiste en la cuenta, se habían olvidado de incluir los postres. Solucionado el asunto, pagamos y volvemos a Valencia. Ha merecido la pena y seguro repetiremos porque nos quedamos con las ganas de probar algunos platos.
Magnífico servicio de todo el personal, excelente producto de calidad y esmerada cocina. Cuidan muchisimo el detalle y la atención. ¡Merecidísimo Sol Repsol! Repetiremos en nuestras próximas visitas a Peñíscola para seguir probando sus riquísimos platos.
Espectacular de lo mejor de la zona sin duda
Atención y servicio muy bueno ,cada plato detallado
Calidad precio perfecto
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