Opiniones Saddle Madrid

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Rodrigo Otero
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El resumen es que es un sitio espectacular. Más que ir a cenar o comer, es una experiencia única en la vida, desde que entras hasta que sales del local. Te hacen sentir como que estás en familia, los platos, y la atención son impresionantes. Volvería sin duda. Me encantó el trato de Israel en concreto. Muchas gracias por la experiencia, espero poder volver pronto.
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Rodrigo Villanueva
+5
Cena para el recuerdo con mi mujer celebrando el 40 cumpleaños. Desde que entras por la puerta te atienden y te cuidan haciéndote sentir muy cómodo. El servicio de sala y cocina impecable y todos los platos que pedimos redondos. Se nota que trabajan con gran producto y muchas horas de elaboración, sin estridencias y todo muy al detalle. Noche perfecta.
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RV 2012
+5
Muy buen restaurante. Muy buena comida y un servicio muy excelente Bar coctelería perfecto. La selección de vinos ( pedmos por copas) perfecta ( sobre todo el tinto ). Nos dieron mesa de la cocina ( fantastica) En general. Restaurante bonito muy recomendado y trato amable y detallista con los tiempos bien calculados Tiene una estrella michelin pero la supera pudiendo acoger perfectamente las dos Estrellas. Muy aconsejable
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Álvaro Lodares
+5
No cabe duda que es uno de los mejores restaurantes de Madrid. Se puede tomar menú o platos individuales. Y puedes comer en el comedor general o en comedores privados. Hay platos imprescindibles como los ravioli, la anguila ahumada con pencas de acelga y velouté de ibérico y el jarrete. Y hay que dejarse hueco para el postre. Imprescindible el suflé Grand Marnier. El lujo se paga, pero vale mucho la pena.
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Sara Hernández Reyes
+5
Había reservado para celebrar el cumpleaños de mi pareja y la experiencia fue buenísima. No nos apetecía pedir el menú degustación, pero aún así está genial para pedir lo que te apetezca de la carta. Pedimos el atún rojo, el tartar de gambas rojas y el mero salvaje. Todo acompañado de una botella de vino blanco. Antes de traer los platos que habíamos pedido, trajeron varios aperitivos, aceite, mantequilla y pan de diferentes clases. Además, nos ofrecieron tomar una copa de champán o algún cocktail para ir abriendo apetito. De postre pedimos el soufflé Grand Marnier con helado de vainilla. Estaba muy rico aunque a veces sabía demasiado a alcohol, así que tiene que gustarte ese tipo de postres. También pedimos una copa de vino dulce para el postre y unas manzanillas para terminar, las cuales trajeron acompañas de unos bombones riquísimos. Destacar el trato del personal que fue inmejorable, estaban siempre atentos y nos hicieron sentir muy cómodos en todo momento. El precio final fueron 250€. Lo recomiendo para alguna ocasión especial y si tenéis ganas de probar sabores nuevos en un ambiente espectacular.
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Fernando Hernández Núñez
+4
Sitio recomendable. Muy elegante. Personal muy amable. Teniamos menú con maridaje y todo bien.
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Adriana H
+5
Comida exquisita, atención de primera, decoración preciosa con una chimenea exterior. Lo que más me llamó la atención fue el pâté en croûte. Mero delicioso. Muy recomendable.
5
David Boudet Azcarate
+5
Simplemente espectacular. Hemos celebrado nuestro aniversario aquí y no nos han podido tratar mejor. Hemos pedido el menú degustación y la calidad de los platos ha sido exquisita. Pero si hemos salido tan contentos ha sido por el trato personal de todos y cada uno de los trabajadores del restaurante. Nuestra más sincera enhorabuena. Más que recomendable por la calidad de sus productos.
5
Ana Quirós
+5
Una experiencia realmente increíble. Pedimos el menú degustación, y todos los platos fueron sorprendentes y exquisitos. La atención y la amabilidad del personal hicieron que fuese una experiencia perfecta.
4
Izaskun. A
+4
Es un restaurante clásico. Aunque tiene estrella Michelin, no esperes nada muy moderno con espumas, esferificaciones o deconstrucciones. Cocina tradicional que hace homenaje a la que había en el Jockey (restaurante que estaba en ese mismo local). Callos, pichón, lenguado meuniére a la brasa, rodaballo… todo preparado de forma exquisita, en un local muy graduable en el que puedes ver cómo trabajan en la cocina a través de un cristal, y con un servicio súper profesional. No es un sitio barato, lógicamente, quizá más caro de lo que esperas para ese tipo de comida, pero merece la pena la experiencia. Muy recomendable la selección de quesos que nos prepararon para el postre. Estaba todo muy rico, pero le pongo 4* porque, bajo mi punto de vista, el precio de los vinos estaba un poco sobredimensionado, y porque por estar junto al Ministerio, no disponen de servicio de aparcacoches. Por lo demás, la verdad es que todo genial. Muy recomendable
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