Una casa colonial adaptada a un restaurante bonito y con clase. Varias salas lo que te da mucha intimidad, tanto para venir en pareja, grupo de amigos, família o comida de negocio. Personal atento y agradable, buena comida. Me ha sorprendido y gustado mucho el conejo a la colonial con setas shiitake, pero todo estaba buenísimo. Recomendable y para repetir.
Restaurante con un ambiente muy agradable, salones acogedores y servicio muy atento. Tienen mucho cuidado con las intolerancias. Tanto la mantequilla como los postres eran sin gluten y sin lactosa. Lo recomiendo completamente.
Si vas a Los Llanos tienes que visitar este restaurante
Su decoración sin igual en cada uno de sus espacios te llevará a otros momentos de la vida en esta isla.
Su nivel de detalle no es casual.
Servicio impecable por todo su personal, sobretodo reseñar el jefe de equipo Lainer por su saber estar.
La carta elaboradísima, buena selección de vinos y para sobremesa sus postres de nota con una buena alternativa de espirituosos.
De los sitios para repetir.
En nuestra segunda visita, la experiencia mejoró - no debemos esperar siempre el 100% de ningún establecimiento-. En este caso su terraza superior al aire libre le dio un plus de encanto y comodidad a la experiencia. Trato muy amable y servicial en todo momento. Gastronomía creativa sin estridencias. Raciones correctas. Los salones de la plata baja son señoriales y con decoración evidentemente “colonial”. Volveremos.
Ambiente muy agradable para degustar buena comida y con trato de diez.
De lo mejorcito en La Palma. Servicio estupendo, comida rica, buen ambiente. Además nos dejaron ir con nuestro perro, nos dieron una mesa en un saloncito aislado y estuvimos genial.
Un restaurante precioso, y la comida y el trato, excelentes. Comimos allí el último día de nuestra estancia en la isla, durante Semana Santa, y fue el único restaurante de todos donde comí, que pude pedir postre, ya que son sin gluten y sin lactosa. Os felicito por tenernos en cuenta a los intolerantes. Os recomiendo la tarta Príncipe Alberto, está de muerte.
Vicente Lopez de Lerma
+4
Es la primera vez que fuimos a este restaurante después de pasar por su puerta muchas veces.
Nos gustaron mucho los tres platos principales que comimos.
Le pongo cuatro estrellas al servicio por el precio del servicio de mesa, me parece una pasada cobrarlo a 2,50 por persona.
El Osobuco un poco pasado de dulce para muy gusto.
El local esta muy bien, está dentro de una casa antigua y las mesas están dentro de habitaciones, por lo que da bastante privacidad a la hora de comer. De entrantes nos sirvieron papas arrugadas y croquetas. Después pedimos bacalao, bichillo y tortellini. La comida estaba excelente y el servicio fue muy bueno.
El ambiente es inmejorable, la decoración, la misma localización, una casa colonial preciosa. La atención del camarero fue muy buena, y la comida muy muy buena. La cheesecake riquísima, muy cremosa, el contraste con los frutos rojos delicioso, y encima sin lactosa! El arroz negro con marisco muy cremoso y el solomillo también. Muy recomendable, repetiremos sin duda! Reservar antes de ir para asegurar la mesa.
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