Lugar mayormente inglés -como toda la zona- camareros amables tanto con los clientes como mascotas -todo un detalle tengan bebederos- y bastantes parroquianos por las tardes. No he comido pero para una bebida está bien el lugar.
Un rincón precioso donde disfrutar de deliciosos manjares a un precio fascinante.😍😍. Todo hecho con mucho amor y dedicación. Un trato excepcional.
Fantástico lugar para hablar y tomar algo
Acogedor y buenos precios.
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