Estuvimos de ruta gastronómica por Jumilla.
Entre todas las alternativas apostamos por la Macarena.
Sin duda fue un acierto:
Los camareros muy atentos en todo momento, nos hicieron pasar una comida muy agradable.
Buen servicio.
La cocina nos sorprendió. Supero nuestras expectativas.
En el menú:
Habían seis entrantes de los cuales escogimos 4 espectaculares... Volveremos a probar el resto.
Principal: A cual mejor pedimos:
Abanico
Cordero
Gallo Pedro
Con su elaboración.... Muy rico todo.
Vino: de la tierra asesorados por el servicio. Jumilla tierra de grandes vinos.
Postres de los dos que había a elegir, cogimos los dos:
Bizcocho de calabaza con chocolate
Torrija con acompañamiento delicioso.
Café y dulces tradicionales...
Tomamos un pulpo que tenía al horno... Muy recomendable.
El asiático preparado de libro... Arte puro.
Para terminar nos invitaron a unos chupitos.
VOLVEREMOS SIN DUDA.
Buena relación CALIDAD/PRECIO.
100% recomendable
Parada obligatoria en Jumilla si quieres conocer un sin fin de sabores nuevos y disfrutar de los ya experimentados. Las tapas no son las típicas de siempre pero están buenísimas, incluso al que no le gusta probar termina con gusanillo.
El pulpo al horno es un clásico, pero solo hacen los fines de semana. Algunas tapas como la milhoja de berenjena (era una gozada) han desaparecido, las van sustituyendo por otras. Los chipirones plancha y la sepia rebozada la trabajan como nadie.
No dejéis de probar la especialidad de la casa una tarta de queso muy rara, que no deja indiferente a nadie y es el culmen de la visita a este restaurante.
El precio no es barato pero tampoco excesivamente caro, lo normal para un restaurante que ofrece calidad y que innova con ciertos productos.
Lo peor de este sitio es el aparcamiento, no hay muchos huecos para aparcar, ya que, se localiza en la calle principal del pueblo junto al ayuntamiento.
La calidad de sus platos es fantástica, tienen una carta muy variada y a pesar de ello no descuidan el cariño que ponen en sus platos.
Nos atendieron fenomenal y la relación calidad precio es excelente.
Sin duda es un sitio de paso obligado si visitáis Jumilla
Fantástico sitio. Muy recomendable. La comida es excelente y el servicio también. Dejo algunas fotos. Volveremos
La comida muy rica y los platos abundantes. En las fotos faltaría el entrecot. Debo decir que con los dos entrantes íbamos saciadas y fue una pena no comernos el entrecot al completo. Relación calidad/precio para mi 10. Lo único malo la cerveza San Miguel….jajajaja
Sitio con años de historia con comida exquisita. Probamos algunas recomendaciones como el tataki de presa, tartar de atún rojo, las arenques y pulpo a la macarena. Disfrutamos con todos y cada uno de los platos y como no, maridados con un buen vino.
Si quieres disfrutar del buen comer, no lo dudes.
Fuimos unos amigos y yo a Jumilla a una cata de vinos y reservé para comer aquí viendo las buenas reseñas que tenía, fue la mejor decisión que tomé, recomendado 100%. Desde el momento que hice la reserva y comenté mi intolerancia la tuvieron en cuenta siempre desde que entré al restaurante hasta que salí, cosa que se agradece muchísimo. La camarera que nos atendió es la persona más simpática y agradable que he conocido, pendiente todo el rato de que comiéramos bien y estuviésemos cómodos. Qué decir de la comida… un 10 todo!!! Pedimos croquetas de cecina (entran directas en nuestro top 1), pulpo Macarena, y entrecot. De postre nos decantamos por probar el coulant de chocolate blanco y el tiramisú de pistacho y no dejamos ni migas de lo bueno que estaba todo. Me he quedado con ganas de probar un montón de cosas que hay en carta, así que si vuelvo por Jumilla me tendrán allí de vuelta segurísimo :)
Magnífico restaurante con buena carta de tapas muy bien elaboradas, servicio muy atento y amable. Con gran variedad de vinos de Jumilla para probar.
Recomendado 100% , la comida buenísima, recomendado ir de tapas
El servicio muy bueno, nos dejamos llevar por el camarero y fue perfecto.
Si volvemos, asegurado volver a comer aquí
Muy buen sitio para comer en Jumilla. Carta variada con buenas opciones. Pedimos varios platos para compartir y todo buenísimo. Además tienen variedad de opciones de vinos de la zona muy buenas por copas o botellas, y todo esto a buen precio. Lo peor sin duda es el trato de los camareros. Sobre todo hay un hombre de mediana edad con gafas que no puede ser más borde. Es triste cuando encuentras con camareros con tan poca orientación al cliente. Pierden por esto, sino estaría genial.
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