Nos ubicaron en la terraza y el servicio fue rápido y eficiente. Decidimos pedir varios platos para compartir y nos encontramos con una comida auténtica y llena de sabor.
El pulpo a la brasa fue excepcional, tierno y sabroso. Las alcachofas con jamón eran increíbles, una combinación perfecta de sabores. También probamos el rolo de bonito, que estaba delicioso, y para terminar, disfrutamos de arroz con leche.
La única pequeña pega podría ser el precio, ya que nos pareció un poco caro, pero supongo que se debe a la ubicación del restaurante. A pesar de eso, la calidad de la comida y la experiencia en general valieron la pena.
Atencion excelente. El camarero que nos atendio fue muy atento, amable y profesional; probablemente uno de los mejores camareros que he visto.
El local era muy agradable, con musica amena y ambiente tranquilo.
La comida era sublime: los calamares, almejas y zamburiñas tenian un sabor inigualable, muy fresco y cocinados a la perfeccion. La tarta de queso fue facilmente una de las mejores que he probado.
Las cantidades fueron perfectas para dos personas, con una calidad que merece el precio que tiene.
Fue una experiencia genial en un sitio precioso, con un servicio muy dificil de encontrar y una calidad de comida inigualable.
Es un restaurante antiguo en el que se nota la experiencia y los productos de calidad.
El precio es según lo que cada uno quiera y pueda pagar.
El ambiente es genial, está al completo pero el servicio es rápido, e individualizado.
En pleno barrio de Cimadevilla, un restaurante de toda la vida que tiene gran calidad de productos, recomendable para mariscos y pescados . Hay que reservar .
Producto espectacular, desde las andaricas, pasando por las navajas, puntilla rebozada y finalizar con un besugo para cuatro que estaba de muerte. La camarera que nos atendió muy agradable y simpática. Para repetír una y mil veces.
Si encuentran lugar, volverán seguro. Tanto el género como la cocina como la atención son excelentes.
Tuvieron todos los detalles con mi dieta celíaca, pan especial y asesoramiento en la elección.
Reservar .
Comida bien preparada, cantidad suficiente y precios acordes con la calidad, buena bodega y buen servicio, el arroz con bugre bien pero puede mejorar
Buena comida en cimadevilla y los camareros majísimo. Destaco la fabada y las almejas con fabes! Volveremos
Es la tercera vez que voy. Los entrantes estaban todos muy buenos (calamares, croquetas y pastel de centollo). También pedimos unas alcachofas, que estaban buenísimas, y rabo de toro. El rabo de toro lo había pedido también en ocasiones anteriores y es sin duda el mejor que he probado. De postre pedimos milhojas y tarta de queso. Tal vez me haya gustado más el milhojas por no ser tan habitual ya en las cartas, pero la tarta de queso también está de 10. El trato fue muy amable y atento en todo momento.
La comida simplemente excelente, la atención espectacular igual de buena que la comida, y en especial un camarero muy majo y atento llamado ricardo, nos fascinó , repetiremos segurísimo
Haciendo un freetour, el chico que nos lo hacía, nos lo recomendó. El vive en la zona y nos dijo que se comía muy bien. Tomamos nota y fuimos.
Un acierto total. Nos sentamos fuera porque íbamos con nuestro perro. Éramos 4 comensales. Llegamos a eso de las 13:40, y por poco no nos quedamos sin mesa. El sitio se llenó en seguida, venís gente para comer y escuchábamos a los cañaremos decir que estaban completos y que solo se podía reservar a partir de las 16h. Eso nos aseguró el éxito.
Pedimos de entrante zamburiñas muy buenas y pastel de centollo que nunca había probado y estaba brutal.
De principal arroz a la marinera para compartir.
Y a todo esto, lo acompañamos con vino blanco aconsejado por el camero, que acertó claramente.
Para finalizar, pedidnos los postres. Brownie con helado de mango, crema de limón y mandarina y helado de dos chocolates y arroz con leche.
El servicio espectacular. Atentos y amables. Nos trajeron un cuenco con agua para el perro sin siquiera haberlo pedido.
La verdad es que fue una súper recomendación. Triunfamos!
Pedimos boquerones, carpaccio de bonito, fabes con almejas, el entrecot, manzana asada y arroz con leche de postre. Nos quedamos impresionados con la cantidad que sirven en los platos. Y además todo buenísimo. Servicio muy bueno también. Nos invitaron al café, lo que es un detalle por su parte. Ambiente animado también, todo lleno prácticamente, lo que denota la popularidad del sitio.
Sin duda volveremos a probar el arroz, que nos quedamos con las ganas.
Exquisito arroz con almejas y gambas, no puntúo con 5 porque la ración de pichín de la entrada es escasa y cara, 25 euros.
Primera visita, era una cuenta pendiente, sabía por buenos gourmets del buen hacer de este restaurante. Carrpachio de bonito y un excelente pescado al horno. Brownie casero para finalizar.
Con ganas de colver.
Un restaurante que nunca defrauda, fuimos en familia, 6 personas y genial, ya he hecho alguna aportación del mismo y el domingo volvemos, con eso ya digo bastante.
Pedimos: de entrantes zamburiñas, navajas y calamares y de platos, 2 de ventrisca de bonito, 3 de rollo de bonito y 1 de rabo de toro, estaba todo riquísimo, la ventrisca, nunca la había comido tan rica y era enorme.
Lo único que no me ha gustado fue el milhojas de crema, que ha sido lo que yo he pedido, tengo que decir que me gusta mucho la repostería y no le encontré ningún aliciente, la crema era demasiado ligera (pongo para refrendar el porqué no me ha gustado el milhojas, compartiendo uno hecho por mí).
Restaurante de toda la vida en Cimadevilla. Exquisita atención. El pixin (rape) a la plancha insuperable. Unas cigalas únicas. Pierna de lechazo en su punto. Rabo de toro y ventresca de bonito magníficos. Precios altos de acuerdo con la calidad del producto. Bodega variada.
Segunda vez en Gijón y segunda vez que voy a casa Zabala! La comida está muy buena y el personal es muy atento y agradable. Nuestra camarera nos dio recomendaciones y nos ayudó a elegir a pesar de que estuviésemos indecisos.
Éramos tres y pedimos todos los platos a compartir. De entrante el pastel de centollo que en mi opinión fue lo más bueno quitando los postres. El rollo de bonito y el entrecot estuvieron también muy buenos.
De postre nos pedimos la tarta de queso al horno y tarta de manzana al horno que son espectaculares. La tarta de manzana es una especie de budín con trozos de manzana, que es única y que no encuentras fácilmente.
En general muy agusto y en total nos costó esto con cervezas y café alrededor de los 80€. No es súper barato pero no es exagerado para el trato y la calidad de comida que recibes.
Seguiremos yendo todas las veces que podamos!
Buenísimo lugar. Fui hace unos meses pero todavía recuerdo lo buena que estuvo nuestra visita. La comida fue muy rica, bien presentada y abundante. Allí probé el mejor pulpo de todo mi viaje a España. Los mozos muy amables. Definitivamente volvería.
Un servicio excelente y muy buena calidad de comida. Nos atendió un camarero majisimo con tatuajes muy chulos en el brazo. Las zamburiñas muy buenas.
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