El tío más gordo es muy amable y majo, pero el más mayor y calvo tiene cara de pocos amigos. Los desayunos están bien al igual que los postres a excepción de la tarta de queso que pedimos y era de queso de cabra (muy fuerte para mí gusto). El ambiente me gusta rústico y antiguo pero elegante.
Todos los impresentable que se quejar de la camarera dominicana unos gañanes, que rezuman racismo por sus poros.
A nosotros nos atendió muy bien y muy simpática.
Pero siempre hay borrachos con babas.
Hemos estado comiendo allí, la verdad es que fue de casualidad porque fuimos a las piscinas de las berceas y llamamos para reservar y ya nos dijeron que si comíamos allí podíamos aparcar ya que no había sitio cuando llegamos y el trato desde en minuto 1 ha sido súper bueno. Paulo el que nos atendió un encanto y súper atento. La comida buenísima aunque el precio es bastante alto pero teniendo en cuenta las vistas, y la calidad de la comida esta bastante bien.
De los mejores sitios para ir en verano y evitar el calor de Madrid. Ubicación genial y comida muy buena. Eso sí, entre semana. Los fines de semana, el lugar está demasiado concurrido.
jose miguel jimenez rodriguez
+5
Pedazo de cerveza 🍻. Si subes desde donde aparcaste para ir a las piscinas,q es un techo el lugar idóneo para reponer electrolitos con una buena cerveza, y no te sientas mal lo has sudado por el camino créeme.
Encantadores y se come fenomenal soy cliente desde hace muchos años el mejor sitio para comer en la dehesa
Yo fui a la terraza, muy agradable al acabar la ruta senderista y de comer bien, muy buena presentación
Excelente la atención por parte del personal muy amables y cálidos.
La comida buenísima.
El lugar muy limpio, ordenado y bonito
El tiempo de espera muy poco
Repetiremos!!!
Sin duda recomendable.
La atención por parte del camarero es una maravilla. Buenas recomendaciones, agradable.
La comida muy buena, destacar la milhojas de rabo de toro.
Ideal para grandes grupos y celebraciones.
Salón enorme.
Buena opción para comer después de una ruta por la montaña
Juan Antonio Escribano del Rio
+5
Un lugar donde comer y descansar después de una ruta por el entorno
El trato hacia el público exquisito, y la cocina y el servicio estupendo
Fui en Septiembre con un grupo de 160 personas y todo salió perfecto. Los alumnos encantados con la comida y cómodos en el salón de arriba. Pudieron repetir todo lo que quisieron, tanto en las cenas como en los desayunos que hicimos. Los adultos también lo disfrutamos por su servicio y calidad de la comida. Miguel y Pepa muy atentos y serviciales, nos ayudaron en todo lo que pudimos necesitar. Repetiré.
Hemos ido a celebrar el cumpleaños de un amigo que conocía el sitio y hemos salido encantados.
Al hacer la reserva no sabíamos si podíamos ir con nuestros perretes y nos dijeron que sin problema, que son uno más de la familia.
Cuando hemos llegado al sitio han estado muy atentos y cercanos.
Nos hemos tomado unas cañas antes de comer en el bar y nos pusieron de aperitivo el primer plato que se ve. La tapa muy rica con garbanzos carne y legumbre.
Después nos han subido al comedor que tienen en la parte de arriba y al ser los primeros nos han dado a elegir mesa de cuatro, la que quisiéramos y nos pusimos en una pegada a la pared para que los perretes estuvieran tranquilos y relajados.
Pedimos para picotear el tomate y la fritura que estaban ambos platos muy buenos.
De segundo chuletón para cuatro que tenia buen sabor y estaba tierno.
De postre tartas de la abuela que llevaba crema y chocolate, con una galleta de acompañamiento con sabor a anís.
Con el café nos dijeron que si queríamos un chupito al cual nos invitaron.
Tienen aparcamiento justo al lado y si llegas pronto y con reserva lo puedes meter en el recinto que ellos tienen, siempre que haya hueco.
Es un sitio obligado para tomar algo en plena sierra de Cercedilla.
Muy buen trato y servicio 👍
Hemos comido estupendamente y muy bien atendidos por Paulo. Nos hemos sentido como en casas. La comida muy rica y abundante. Por poner una pequeña pega, los precios pueden resultar algo caros, pero es lo normal en estos restaurantes tan aislados y de montaña. Volveremos sin duda!!!
Es un sitio fantástico muy tradicional para comer en Cercedilla. Muy bien ubicado junto a las piscinas y las tirolinas. Tiene terraza para comer de bocadillos o raciones y restaurante de mesa y mantel muy amplio y bonito con muchas flores y bonitas vistas al prado. Lleva 3 generaciones abierto. Ahora lo regentan los nietos Pepa la cocinera qué cocina delicioso y hace unas tartas caseras de cine! y su hermano Miguel. El camarero Paolo muy simpático nos atendió fenomenal. A destacar los judiones y el rabo de toro. Recomendable 100%!! Volveremos muy pronto familia! Muchas gracias por vuestra atención y un día tan maravilloso. Muy de agradecer también que nos pusierais la música que nos gustaba! :)
Magnifico lugar en plena naturaleza un lujo. Siempre que vamos comemos allí. No nos hemos alojado pero sin lugar a dudas debe ser un sitio maravilloso para despertar. El dueño es una gran persona.
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