Estuvimos dos noches con mi pareja e hijo de 4 años. El hotel rural espectacular, y el restaurante que comimos en terraza en noviembre, ideal! Nos hizo un día de primavera, y la comida riquísima. Los camareros muy muy atentos y detallistas. Tienen menú infantil. Riquísimo todo y casero, y unos postres...
Hemos comido un grupo de 8 personas en el restaurante y el trato ha sido perfecto. No habíamos estado nunca, pero nos gustó el sitio por las fotos, desde el primer momento se han puesto en contacto con nosotros para ver dónde queríamos estar sentados, se han adaptado a nuestras peticiones. La comida está riquísima, el servicio muy atento, en ningún momento te meten prisa para marcharte. Nos pusieron en una terraza cubierta con vistas al rio y la montaña, eso no tiene precio. En definitiva, si estáis pensando comer en un sitio agradable, sin sorpresas, con buena comida y bien servido, este es el lugar. Repetiremos seguro.
Encantador restaurante con un jardín de lo más agradable para comer al aire libre. La cocina es buena, basada en un buen producto que no hay que elaborarlo tampoco mucho. Buenas carnes y entrantes de todo tipo. Los postres caseros y riquísimos. Hay aparcamiento en el mismo restaurante y es muy conveniente porque cuando hace buen tiempo es bien difícil aparcar por la zona.
Comimos 4 personas. Las croquetas deliciosas, los asados geniales y los postres super ricos. Un sitio acogedor y una gran atención por parte del personal. Repetiremos.
Sitio súper agradable. Jardín delicioso!. La comida rica aunque algo elevados los precios. Se nos olvidó hacer foto a la paletilla y los postres!. Recomendación la tarta de quedo y mango
Un restaurante en un lugar excepcional, se come muy a gusto en verano en el jardín. La carta es muy amplia y los platos abundantes. Probamos croquetas, ensalada de foie, cochinillo y una merluza estupenda, el servicio es muy agradable. Para repetir y seguir probando la carta, altamente recomendable!
Una de las mejores sorpresas que me he llevado. Venía de pequeño con mis padres y me encantaba ahora he vuelto con mis hijos y la experiencia ha sido fantástica. La comida es de otro nivel. La ensalada de perdiz maravillosa y generosa en cantidad, las croquetas de jamón deliciosas.
De segundo pedimos un cuarto de cordero y es de los mejores que comí nunca. La carrillada tambien estupenda. Acabamos con un sorbete de mojitos refrescante y magnífico.
Todo en un entorno precioso y con un servicio excelente. Pienso volver muchas veces
El sitio es una maravilla con una terraza muy agradable para comer. Además permiten llevar a tu mascota. Muy buenos productos y bien preparados. Las croquetas de jamón ibérico espectaculares.
El pasado 1 de Julio celebramos con ellos nuestra boda.
Un ambiente y una atención excepcional en la sierra norte de Madrid. La comida estuvo espectacular y nos reservaron una terraza donde pasamos una experiencia maravillosa.
Un restaurante con un encanto especial!!! Su jardín, es precioso muy bien cuidado y su situación es perfecta para poder disfrutar de una comida cualquier día de verano..
La carta muy completa, destacando sus platos estrella de sus truchas y los huesos rotos..
Sin duda, volveremos!!!
En el restaurante tuvimos la suerte de poder reservar, según llegas tienen parking dado que es imposible aparcar ahí.
Los jardines son espectaculares, muy de montaña y muy frescos siendo julio de calor.
La comida y el servicio de 10. Una atención constante y de comida calidad precio perfecto. Las raciones son muy generosas.
Pedimos para dos: croquetas de jamón, buenísimas, recomendadas por la camarera. La ensalada de ventresca con tomate, muy rica y de gran cantidad.
Por último pedimos el chuletón de vaca vieja y la calidad y el precio inmejorable.
Volvería sin dudarlo, muy recomendable.
Nuestra segunda vez en el restaurante y ha sido mucho mejor que la primera: calidad y cantidad notables, guiño especial a las croquetas de ibérico, al chuletón y a la tarta de quesoS! Además, el personal es muy amable y disponible.
Mi opinión es sobre el restaurante. Hace unos años frecuentábamos mucho el restaurante para las comidas familiares, y nos encantaba tanto el sitio como la comida; era un clásico en nuestras celebraciones. En verano en los jardines te sentías rodeado de naturaleza; en invierno, con la chimenea, muy confortable comer dentro. Desde que hicieron el cambio con el hotel no hemos vuelto. Tendré que ir para comprobar si siguen en la misma línea. Entonces volveré a poner mi reseña.
Hotel restaurante encantador, el hotel es una belleza, dormir con el sonido del río no tiene precio.
El jardín con su huerto y su gallinero.
El restaurante con sus terrazas repletas de árboles le dan un ambiente realmente espectacular
La calidad de la comida es tremenda, muchas de estas comidas salen de sus huertos y demás.
Me encanto!!! El sitio muy especial en estilo rústico y en cuanto a naturaleza, el servicio estupendo, muy atentos, cercanos y sobre todo profesionales. Y la comida muy buena a destacar las croquetas que estaban para ponerles un piso, los torreznos crujientes y en su punto, y el cochinillo entre otras cosas.
El precio bastante decente para la calidad de la comida y la ubicación.
Angel Esteban Carrasco
+5
Excelente comida en un jardin con mucha sombra. Hay un pequeño río que discurre en paralelo y que alimenta un pequeño acuario para las truchas que después sirven en su carta. Atención esmerada.
El sitio es una fantasía, la verdad. Todo muy bien cuidado, limpio y con muchos detalles (hasta los cables y casquillos de las bombillas de fuera están camuflados con detalles de madera para que no desentone)
Hicimos una excursión por la mañana y luego paramos a comer aquí.
Nos dejaron retrasar la hora de la reserva sin ningún problema debido a que la excursión se nos alargó.
Una vez sentados en la mesa y ya con la comida empezada, 2 camareros distintos nos ofrecieron cambiarnos de mesa a otra con más sol en caso de que tuviéramos frío.
Una carta enorme con platos espectaculares.
Si vais por esta zona y no pasáis por aquí estáis trolleando BASTANTE, la verdad.
Un sitio muy recomendable para comer, cenar y alojarse.
Ayer estuvimos comiendo. Conozco este lugar desde hace varios años, celebré la comunión de mi hija, he comido varias veces y me he alojado 1 vez en una de sus habitaciones.
Destacaría los torreznos, las croquetas y la carne. Del pescado no puedo opinar porque siempre he comido carne; entrecot, chuletillas, cordero, cochinillo etc etc.
También destacar los postres, expuestos en una vitrina, los cuales según entras al comedor y los ves ya sabes que cogerás uno de ellos si o si.
Muy buena idea el que puedas comer dentro del restaurante y tomarte el café o una copa por ejemplo en la terraza. Aquí viene el único pero que hoy por hoy le pondría a este sitio. Creo que hay un poco de descontrol a la hora de atenderte fuera si has comido dentro. Es comprensible hasta cierto punto ya que los camareros de fuera no te conocen de la comida, los camareros del salón están dentro atendiendo y el chico que controla las reservas no puede estar en todos los sitios y fijarse en esos detalles ( como siempre estuvo muy amable, atento y servicial ).
El entorno también ayuda mucho, gallinas, un río al lado, todo verde.
Como decía al inicio sitio muy recomendable.
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