Realmente estupendo este sitio, el mejor del viaje, razón por la cual, fuimos tres veces a comer ahí. Comimos en terraza. Servicio rápido. Las camareras y el camarero que nos atendieron muy muy amables y simpáticos. La comida, pues como comprenderéis, tengo varios platos que comentar, sumando los tres días. Voy de menos a más. El bao de pato a baja temperatura... El pato estaba seco, en lugar de tierno y jugoso... es lo que tiene el magret, que creo que no es lo más adecuado para hacer a baja temperatura, mucho mejor si lo hicieran del muslo, en plan confit, llevaba gouda trufado también y no me acabó de casar la combinación, porque esto último anulaba el sabor del pato. Otro plato que no nos acabó de convencer, la tosta de burrata gratinada con salmón ahumado, la burrata se me quedó con más sabor a Philadelphia que a una cremosa burrata y tampoco aprecié el gratinado x ninguna parte... el salmón estaba rico, eso sí, así como el pan crujiente del soporte. Las croquetas de pulpo con romesco estaban correctas. Y el resto ya son todos geniales. Las empanadillas de costillar deliciosas y jugosas por dentro y crujientes por fuera y lo mismo las empanadillas de pollo con huevo de codorniz, que incluso me gustaron más. Y es difícil que no se seque el pollo en una empanadilla, no fue el caso, estaba jugoso y perfectamente especiado. Los dim sum crujientes de foie estaban también muy sabrosos, bien rellenos y sin grasa, lo que se agradece porque el foie gras ya es graso de por sí. Un estupendo bocado. Los huevos rotos con brandada de bacalao simplemente maravillosos, gran idea las patatas paja caseras, que echamos de menos en los otros huevos rotos trufados con jamón ibérico, con unas patatas que nos gustaron algo menos. El calamar a la andaluza estaba fresco, bien frito, y tenía un sabor de verdad a calamar, lo cual cada vez es más difícil de encontrar. Buena ración en tamaño. Las gambas al ajillo... las pedimos las 3 veces, y las 3 veces dejamos seco el plato, arrasamos con la salsa y los ajitos salteados a base de barcazas de pan. Las gambas son más bien gambones, y estaban bien buenas, con mucho saborcito. Nos encantaron. En el apartado de la carne, el secreto ibérico, en tiras y con buena guarnición de patata asada, tomates cherry asados, calabacín, pimientos de Padrón y trigueros, estaba excepcionalmente tierno y jugoso, y ya es complicado encontrarlo así, porque en muchos sitios lo secan a las primeras de cambio. Y por último, en la parte salada, el último día pedimos paella pelada, es decir, con su pescadito en trozos y su marisco pelado. Debo decir que había tantos tropezones que tapaban el arroz, arroz que estaba maravillosamente sabroso y en su punto. El pescado me encantó, no quedó ni un mini trocito. Bueno, no quedó nada de nada, la verdad xD.
En el apartado postres, dejad hueco para cualquiera. Todos buenos, no tengo un pero.... La tarta de la abuela, la tarta de queso con oreo, la de muerte por chocolate y la tarta de queso horneada con sus frambuesas y fresas aparte. Todos con una bola de fantástico helado, realmente rico y cremoso, que se agradece, dada la contundencia de las tartas. El café rico, potente. La relación calidad/comodidad/precio es muy muy buena. En torno a los 25 euros por persona, incluyendo el servicio de pan prácticamente duplicado y 6 consumiciones para 4 que éramos. Recomiendo de verdad este sitio. No cabe duda de que en cuanto volvamos por la zona repetiremos y más de una vez.
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